El año 1584 trajo a Murcia una visita nunca antes vista en las tierras del Segura. Camino a su audiencia con el sumo pontífice en Roma, y con la determinación de zarpar desde Cartagena, llegaron a la ciudad de Murcia los embajadores de la embajada Tenshō.
Esta embajada, formada por varios hijos de varios soberanos feudales japoneses, deslumbró a la ciudad de Murcia. Las crónicas nos cuentan que algunos bastones tuvieron que ser partidos en las espaldas de la multitud que se agolpaba a las puertas del Colegio de San Esteban, elegido como su residencia durante el tiempo que pasaron en Murcia.
El Obispo Esteban de Almeida, gran protector impulsor de los jesuitas en Murcia, había muerto tiempo antes y su gran obra, el colegio de San Esteban, había sido inaugurado unos años antes.
A través de una crónica del Padre Jesuita Luis Frois podemos conocer como sonó la entrada de estos embajadores japoneses en la iglesia. Allí, al tiempo que se introducían en la nave del templo sonó un salve solemne, que interpretó la capilla de música de la catedral de Murcia, entre la que se encontraban instrumentistas de órgano, chirimías, flautas y cornetas
Escucha las locuciones
Para saber más:
Selfa, J. G. (1997). La primera embajada del Japón en Europa y en Murcia, 1582-1590 (Vol. 6). Editora Regional de Murcia.
García, E. R. (2008). El repertorio polifónico de la colegiata de Orihuela según un inventario de mitad del siglo XVI. Anuario Musical, (63), 3-24.
Di Rico, P., & Viganò, M. (2018). “Don Mancio, Nephew of the King of Hizen”: Echoes of the Japanese Tenshō Mission to Europe in 1585 in the Portrait of Sukemasu Itô by Domenico Tintoretto. En Changing Hearts: Performing Jesuit Emotions between Europe, Asia, and the Americas (pp. 284-301). Brill.