La Catedral de Murcia y su cabildo han constituido, de diferentes formas a lo largo de los siglos, un elemento clave de la ciudad de Murcia. Conjuntamente con el Concejo y todas sus instituciones anexas, conformaba uno de los dos polos de poder que determinaban el transcurrir diario de la ciudad a través de los siglos.
La torre de la catedral, como símbolo más visible de ese protagonismo en la vida de la ciudad, ocupaba un papel muy importante en el anuncio y celebración de los festejos de la ciudad
Tal y como indica la Dra. Prats en su trabajo doctoral: Música y músicos en la Catedral de Murcia: 1600-1750, refiriéndose a las fiestas de San Pedro del año 1723:
“Es costumbre en la catedral de Murcia que en determinadas fiestas y acontecimientos importantes, tanto de carácter religioso como civil (canonizaciones, santos importantes de la Iglesia universal y de la diócesis; proclamaciones de un Papa; acción de gracia por las victorias militares; nacimiento de miembros de la familia real; bodas reales; y acontecimientos importantes para la ciudad como el anuncio de misas rogativas para agua o final de epidemias, entre otros) se llamase la atención de la población desde la torre en las vísperas y en el día de la celebración con la iluminación de dicha torre y la alternancia en ella de repique de campanas y la música de chirimías”.
Es así como la música de la catedral, de sus músicos, ejercía un papel fundamental en los rituales llevados a cabo en la ciudad.
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Para saber más:
Prats Redondo, C. (2009). Música y músicos en la Catedral de Murcia: entre 1600-1750. Director, Antonio Ezquerro Esteban.